La totalidad de la existencia se presenta como una expresión de energía, y cada uno de nosotros encarna esta energía en sí mismo. Esta energía fluye como ondas, las cuales toman forma de vibraciones. Nos corresponde a nosotros elevar la frecuencia de nuestra vibración para experimentar una renovación interna y permitir que la vida fluye con más armonía. Si estás interesado en explorar más a fondo esta idea, te invito a que continúes leyendo.
La relevancia de elevar nuestra frecuencia vibratoria
Elevando nuestras vibraciones:
Se sostiene que al elevar nuestras vibraciones a un nivel más alto, experimentamos un aumento palpable en nuestra vitalidad, una intensificación del entusiasmo, una mayor claridad mental y un incremento en la sensación de felicidad. Estas frecuencias vibratorias elevadas se encuentran intrínsecamente ligadas a emociones positivas, sentimientos edificantes y pensamientos constructivos. A través de esta elevación en nuestras vibraciones, logramos sintonizarnos con estados de alegría, serenidad y una sensación profunda de libertad.
En un estado de elevada vibración, podríamos experimentar:
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- Incremento en nuestra creatividad.
- Mayor resistencia física y agilidad.
- Mayor motivación.
- Mayor agudeza intuitiva.
- Aumento de los niveles de energía.
Cuando nuestras vibraciones son bajas:
Por otro lado, cuando nuestras vibraciones son bajas, experimentamos un estado de ánimo decaído, falta de energía y limitación en nuestra creatividad. Las vibraciones bajas están conectadas con emociones que podríamos describir como “negativas”, como tristeza, envidia, miedo o ira.
Cuando vibramos en una frecuencia baja, nos encontramos en un estado en el cual:
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- Sentimos fatiga inexplicada.
- Vemos todo desde una perspectiva negativa y percibimos que las cosas no marchan bien.
- Experimentamos dificultad para conciliar el sueño.
- Nos encontramos en un estado constante de tristeza. Compararnos con otros se convierte en algo común.
Factores que influyen en nuestra energía
Todo en nuestro entorno emana su propia energía, y esta energía afecta de diversas maneras a la nuestra. Algunos de los elementos que influyen en nuestra energía y, por consiguiente, en nuestras vibraciones, son:
- Situaciones: A diario nos enfrentamos a situaciones que tienen diferentes niveles de energía, y estas situaciones pueden influir en nosotros. +Adopta en tu día a día la regla 90/10. La vida es 10% lo que te pasa y 90% cómo lo tomas.
- Personas: Como mencionamos antes, las personas llevan consigo su propia energía y emiten sus propias vibraciones. Estas vibraciones pueden impactarnos directamente hasta el punto de que absorbamos esas energías. Por lo tanto, es fundamental trabajar en tu amor propio para reconocer relaciones tóxicas y distanciarnos de ellas, mientras nos rodeamos de individuos cuyas vibraciones son más elevadas.
- Actividades: Cumplir con tareas por responsabilidad genera un tipo de sensación diferente en comparación con cuando las realizamos por placer, ¿verdad? Hay actividades que nos inducen a vibrar en frecuencias más elevadas que otras. +Convierte el caminar por la naturaleza como parte de tu actividad fundamental para recargar tu energía.
Pasos simples para aumentar tu vibración
Ahora que tienes una comprensión más sólida acerca de la importancia de mantener una frecuencia vibratoria alta, el siguiente paso consiste en aprender cómo lograrlo. No existe una fórmula mágica ni un enfoque infalible. Cada individuo encuentra efectivos distintos métodos, y aquí radica la esencia: descubrir lo que resuena contigo y te permite elevar tus vibraciones.
Algunas acciones comunes incluyen:
- Rodearte de amigos auténticos.
- Cultivar pensamientos positivos.
- Reservar unos minutos diarios para la meditación.
- Practicar yoga.
- Realizar caminatas en entornos naturales, como campos, bosques o playas, para conectarte con la naturaleza.
- Adoptar una alimentación saludable, eligiendo alimentos que sean beneficiosos para tu cuerpo.
- Resolver inquietudes con frases de Ho’oponopono.
- Reprogramar tu mente con afirmaciones positivas.
- Elevar tu vibración con la risa.
- Reducir el estrés con actividad física.
- Cultivar la gratitud, escribiendo diariamente 5 cosas por las cuales te sientas agradecido.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante explorar diferentes actividades y enfoques para encontrar aquellos que resuenen contigo y te ayuden a elevar tus vibraciones de manera efectiva.
En resumen, nuestro universo, incluyéndonos a nosotros mismos, está compuesto de energía que se manifiesta a través de vibraciones. Nuestras vibraciones influyen en nuestro estado emocional y mental, ya sea en una frecuencia alta que conlleva vitalidad, alegría y claridad, o en una frecuencia baja que se traduce en apatía y negatividad. La decisión de elevar nuestras vibraciones recae en nosotros y tiene un impacto en nuestra calidad de vida. Elementos como situaciones, personas y actividades pueden afectar nuestra energía, por lo que es crucial identificar y transformar lo que nos afecta de manera negativa. A través de acciones como la meditación, la conexión con la naturaleza, el autocuidado y la gratitud, tenemos la capacidad de elevar nuestras vibraciones y vivir de manera más optimista y plena.
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